top of page

Textos para la basura

Foto del escritor: John Carrillo DiazJohn Carrillo Diaz

A.

Cada segundo que pasa es un triunfo de la vida. Sesenta de ellos haría de ese triunfo un minuto de felicidad, o un minuto de sufrimiento. Cada hora que pasa va dejando atrás ideas, palabras, acciones.

Cada día que somos conscientes de nuestro pensar, de nuestro actuar, nos convoca a transformarnos semana tras semana, mes a mes.

Cada año soy uno nuevo o diferente, libre de cambiar, de transformarme, de arrepentirme y de arrancar de nuevo si así lo considero.

Cada decenio otra versión de mí mismo se abre camino en la existencia, en lo posible depurado, con menos cargas, menos distorsiones.

No pretendas reencontrarme y esperar que no haya cambiado. Si lo que esperabas ya no lo encuentras, muy posiblemente he prescindido de ello.


B.

Oh Mezquindad ¿y qué reclamas? Se puede contar con las ramillas de un árbol todo lo que te has beneficiado, podemos contar con los dedos de la vaca todo lo que tú has aportado. ¿Y aun así te ofendes? ¿Y aun así farfullas? Qué tipo de razón esperas encontrar, si sólo lucubras desde la oscuridad. El mal es inerte, solo transforma para destruir, no es capaz de crear en su nauseabunda esencia. Es por eso que roba en la luz lo que necesita contaminar, y arrastrarlo consigo a su cloaca de desesperación.

C.

Ya es mucho tolerar tanta distorsión. Se manifiesta como una bacteria que busca descomponer todo a su alrededor, intentando desequilibrar al huésped hasta enfermarlo.

Miente, lastima, ofende, contamina y desde su mediocre vida escupe más bacterias como su sombra, que vuelan en el aire y se instalan en huéspedes ausentes de carácter, que se presumen reyes de los sinsentidos, develando su real despropósito.

No es posible pretender vislumbrar las claves de la vida ante la carencia de espíritu. Sobre todo, porque el espíritu no aprende de la oscuridad. Lo que sea que germine allí ya ha nacido muerto, animado a la fuerza por la distorsión. Simulando, fingiendo todo el tiempo ser lo que no sé es. Fingiendo para llenar carencias que atiborran ese vacío oscuro que les habita.


D.

No prometas más, no ofrezcas lo que no tienes o lo que no quieres dar, no te atormentes a ti mismo. Hay quienes están intervenidos y alimentan a su larva energética, a gusto, aun sabiéndolo. En su débil mediocridad le es más fácil abandonarse a las emociones de la oscuridad, acurrucándose en su baja frecuencia, alimentando parásitos de otra dimensión, que le hacen sentir especial. Nutriendo su tergiversado y desequilibrado ego.

Así como toda luz posee un atisbo de oscuridad, la oscuridad también posee un atisbo de luz. Y ese rayo luminoso revela la macabra fantasía en la que habita, sin éxito alguno, todo es engullido por la oscuridad, no hay pasadizos secretos para la esperanza.


E.

Te he visto tejer como una araña hinchada de maldad. Hilos pestilentes, que como ácido corroen hasta el corazón de cada superficie en la que se aferran. He visto tus quelíceros arrojar tu veneno más amargo, generado en tus estériles glándulas enfermas de envidia y cobardía. Estás hambrienta de una luz que detestas, que sólo quieres contaminar, al ser incapaz de comprender la felicidad.

Regodéate en tus placebos. Sigue ocultando esa incapacidad de perdonarte, de reconocer lo que te corresponde en tu telar, de asumir de una vez por todas, mental, física y espiritualmente la red que has tejido, a ver si todavía te queda chance de abandonarla y ser capaz de dejar esa cutícula corrupta que te atrapa.


F.

El romantizar elementos del denominado pasado me ha atado a situaciones de riesgo que han permeado mi psiquis. A veces temo a la nostalgia que me invade cuando decido desprenderme. La trampa del apego, la ilusión de la traición a quien fui.

En la refundación del ser no hay espacio para eso, para cargas, ataduras, apegos tóxicos. El dejar ir también es una forma de crecer.

En la reconstrucción del ser se necesitan otros cimientos, diferentes materiales, integrar las frecuencias, activando los circuitos.

El tiempo no funciona así, así como lo han hecho creer. Usa el pasado para leerlo como un libro del que se aprende y se reflexiona; no para habitarlo, ni replicarlo.


G.

Hacer justo lo que toca, o lo mínimo. Pensar que lo que se hace ya es suficiente. Conformar el espíritu con la denominada estabilidad. Seres que se creen lo que no son. El foco puesto en despreciar al otro. Ecos de una vida mediocre de la que rehúyo, que veo estampada en muchos rostros. Mi foco en mi propósito.

"así como es arriba es abajo" #HermesTrismegisto

18 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Kommentare


NÚMERO DE VISITAS

©2020 por John Carrillo Díaz. Creada con Wix.com

bottom of page